A veces pensamos que determinadas actividades solo se pueden realizar fuera de casa y, aunque los hogares de hoy en día son bastante pequeños y las limitaciones de espacio son grandes, en el cuarto de los niño o moviendo la mesa del salón, se puede hacer un hueco para trabajar sus movimientos, equilibrio, agilidad y fuerza.
Para ello, hoy te propongo un sencillo CIRCUITO de juegos para mejorar su motricidad gruesa. Algunos de los cuales, ya hemos hecho en el Aula de PT.
1. Calentamiento
Primero tenemos que calentar. Comenzamos andando con las puntas de los pies y después con los talones. Seguimos girando nuestros brazos haciendo círculos.
Primero tenemos que calentar. Comenzamos andando con las puntas de los pies y después con los talones. Seguimos girando nuestros brazos haciendo círculos.
El juego de las huellas es una opción con la que los niños estimularán su equilibrio. Para crearlo, simplemente necesitas unas cartulina de colores para hacer las huellas o pisadas. De esta forma, aprenderán conceptos espaciales como la izquierda y la derecha, al tiempo que mejoran su coordinación y equilibrio.
Una vez hechas las plantillas pégalas en el suelo con un poco de cinta adhesiva. Empieza por un circuito de poca dificultad salteado alguna huella para que tenga que saltar o dar pasos grandes. Cuando el niño supere está prueba puedes combinar en una misma línea pies izquierdos y derechos para obligarles a cruzar las piernas. Puedes crear tantas combinaciones como tu hijo y tu queráis, por ejemplo con letras para aprender el abecedario.
Seguro que recordáis los caminos que seguimos "hacia la paz".
Con este juego popular los niños trabajan los brazos y las piernas en el lanzamiento. Además, aprenden a coordinar los movimientos con la intención de tirar el mayor número de bolos posibles. Puedes crear tus propios bolos caseros con botellas de agua de plástico vacías, de las que traen los niños para beber en el colegio o las que tengáis en casa.
Las pintamos unos ojos nariz y boca (también podemos decorarlas con gomets, pegatinas, papeles de colores,...) las ponemos juntas y las derribamos con una pelota.
Así lucían los que hicimos en clase para trabajar también las emociones.
4. Equilibrios
Puedes crear líneas en el suelo con cinta adhesiva y que los niños las sigan sin salirse caminando en equilibrio con los brazos en cruz sin salirnos de la línea, como si fueran funambulistas.
5. Imitar animales
Un juego de imitación, a ver quién lo hace mejor, puede constituir un buen modo de trabajar la motricidad gruesa con los niños pequeños. Se trata de copiar los movimientos de algunos animales.
Anima a tus hijos a que se conviertan en una pequeña oruga. Tendrá que tumbarse en el suelo y, con el apoyo de brazos y piernas, hacer fuerza para elevar el pecho mientras avanza. Otro animal que también pueden imitar es el gorila. Tienen que caminar en cuclillas mientras se golpean el pecho con las manos. Un buen ejercicio para, además, trabajar el equilibrio. Una tercera idea que te traemos es caminar como un canguro, con pequeños saltitos.
Tenéis que pinchar en él para verlo.
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