jueves, 21 de mayo de 2020

BINGO Y DOMINÓ DE EMOCIONES

El bingo y el dominó son juegos que resultan divertidos a todas las edades y sus beneficios son muchos. Además de ayudar a ejercitar la percepción, la memoria y la atención, enseñan a los peques a relacionarse con los demás y son una excelente forma de pasar un buen rato en familia.

En este caso, los niños no han de identificar números o cantidades, sino emociones. 

              Bingo y dominó de emociones de BENZAL MURCIA PSICÓLOGAS

También se puede aprovechar el formato del bingo para crear un contexto en el que los niños sean recompensados por compartir una experiencia personal. Por ejemplo, si la emoción extraída ha sido tristeza, quien la tenga en su cartón de bingo deberá contar una experiencia que implique esa emoción. El resto de jugadores, quizás un hermano, también puede aportar qué les pone tristes. Los adultos debemos responder con empatía, en lugar de contar experiencias parecidas a no ser que nos lo pidan. Algunos ejemplos serían: "Entiendo que eso te ponga triste" o "Me alegro que nos lo hayas contado". 

De esta manera, el juego permite además compartir los sentimientos y comprender las emociones propias y las de los demás, enseñando a los niños a desarrollar la empatía.

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