Después, como prueba de motricidad fina, hemos metido hojas dentro de una bolsita. Nos hemos divertido rompiendo las hojas y mirando cómo cambiaban de color a través del plástico, hasta que ya había tantas hojas dentro de la bolsa, que solo tenían un color: el negro.
Antes de acabar, hemos jugado un poco con la imaginación y en un momento hemos pegado cabeza, brazos y piernas en la bolsita, transformándola en un muñeco muy gracioso. No es de tela, pero con los materiales que hemos usado podemos ver lo que tiene dentro. Este "gordito" es de todos los colores con los que la mesa se ilumina.
¡Ha sido fascinante!... y sobre todo ver cómo la mesa cambiaba de color por arte de magia.
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